Desde Cusco partimos hacia Ollantaytambo, donde abordamos el tren panorámico rumbo a Aguas Calientes, en un trayecto que regala paisajes únicos de los Andes. La jornada se llena de vistas montañosas, ríos cristalinos y laderas cargadas de historia que anticipan la grandeza de Machu Picchu. Al llegar, sentirás la magia del pueblo rodeado de naturaleza exuberante y un ambiente acogedor. La tarde queda libre para descansar, pasear por sus pintorescas calles o disfrutar de las aguas termales locales.















